Poder bajo el sacrificio

Poder bajo el sacrificio

I. Introducción

A. Mateo 21:1-11 (NVI) ¹Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos ²con este encargo: “Vayan a la aldea que tienen enfrente. Ahí mismo encontrarán una burra atada y un burrito con ella. Desátenlos y tráiganmelos. ³Y si alguien les dice algo, respóndanle que el Señor los necesita, pero que ya los devolverá”. ⁴Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta: ⁵“Digan a la hija de Sión: ‘Mira, tu rey viene hacia ti,
humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga’”. ⁶Los discípulos fueron e hicieron como había mandado Jesús. ⁷Llevaron la burra y el burrito y pusieron encima sus mantos, sobre los cuales se sentó Jesús. ⁸Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las esparcían en el camino. ⁹Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” ¹⁰Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. “¿Quién es este?” preguntaban. ¹¹“Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea” contestaba la gente.

B. “Porque aunque en la cruz no hay nada más que maldición, sin embargo, fue absorbida por el poder de Dios de tal manera, que se ha revestido, por así decirlo, de una nueva naturaleza. Porque no hay tribunal tan magnífico, ningún trono tan majestuoso, ninguna muestra de triunfo tan distinguida, ningún carruaje tan elevado, como el [poste], en el cual Cristo ha sometido a la muerte y al diablo, el príncipe de la muerte; es más, los ha puesto por completo bajo sus pies”. (John Calvin)

C. Hebreos 2:9 (NVI) Sin embargo, vemos a Jesús, quien fue hecho un poco menor a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.

II. Poder bajo el sacrificio

A. Lucas 22:24 (NVI) Tuvieron además un altercado sobre cuál de ellos sería el más importante.

B. Lucas 22:25 (NVI) Jesús les dijo: “Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores”.

1. el sistema de

C. Lucas 22:26a (NVI) No sea así entre ustedes.

1. Un poder sobre el Sistema de autoridad no es la a seguir de Mi .

D. Lucas 22:26 (NVI) No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor y el que manda como el que sirve.

1. Jesús no nos llama al poder sobre el Sistema de autoridad, sino que al del sistema del .

III. La iglesia primitiva y el cambio constantiniano

A. Dos factores aceleraron significativamente el crecimiento de la iglesia primitiva:

1. y servicio hacia los de afuera

2. a las mujeres

B. 313 D.C. Constantino ratifica el Edicto de Milán

1. “¿Puedes encontrar alguna región donde alguna vez gobernaron los cristianos y donde la iglesia haya prosperado a largo plazo? …Nos enseña que siempre que los cristianos han obtenido el poder de imponer su voluntad justa en los demás — eso eventualmente daña a la iglesia y a la cultura. La lección de la historia, una lección que el diablo ha sabido desde siempre, es ésta: ¡la mejor manera de derrotar el reino de Dios es empoderar a la iglesia para gobernar el reino del mundo — porque entonces se convierte en el reino del mundo! ¡La mejor manera de hacer que la gente dependa de la cruz es entregándoles la espada!” (Greg Boyd)

IV. Conclusión

A. Nuestra no es ganar la guerra cultural.

B. ¡Nuestra mission es traer gente a !

1. El mensaje transformador del Evangelio no avanza por la fuerza del poder sobre la autoridad, sino por el poder bajo el sacrificio, como se refleja en la cruz.

C. Romanos 14:17 (NVI) Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.

D. Romanos 14:19-20 (NVI) ¹⁹Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación. ²⁰No destruyas la obra de Dios por causa de la comida.

E. Lucas 22:29 (NBLA) “Y así como Mi Padre me ha otorgado un reino, Yo les otorgo”.