La buena obra
January 1, 2022 / David Quaid / Vineyard Church North PhoenixLa buena obra
David Quaid
I. Introducción
A. Nehemías 1:2-3 (NTV) 2Hananí, uno de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre la situación en Jerusalén. 3Me dijeron: “Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego”.
II. Cómo comenzar la buena obra
A. Pídele a Dios que tu corazón
1. Nehemías 1:4a (NTV) Cuando oí esto, me senté a llorar.
2. “Dios, conmueve corazón por lo que conmueve corazón”.
B. para que Dios te
1. Nehemías 1:4b (NTV) De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo.
a. “Si es lo suficientemente grande como para llorar, es lo suficientemente grande como para orar”.
2. Nehemías 1:11 (NTV) “¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo”.
a. Lo que revela lo que realmente de Dios.
C. con la buena obra
1. Nehemías 2:4-5 (NTV) 4El rey preguntó: “Bueno, ¿cómo te puedo ayudar?” Después de orar al Dios del cielo, 5contesté: “Si al rey le agrada, y si está contento conmigo, su servidor, envíeme a Judá para reconstruir la ciudad donde están enterrados mis antepasados”.
2. Nehemías 2:16-18 (NTV) 16Los funcionarios de la ciudad no supieron de mi salida ni de lo que hice, porque aún no le había dicho nada a nadie sobre mis planes. Todavía no había hablado con los líderes judíos: los sacerdotes, los nobles, los funcionarios, ni con ningún otro en la administración; 17pero ahora les dije: “Ustedes saben muy bien las dificultades en que estamos. Jerusalén yace en ruinas y sus puertas fueron destruidas por fuego. ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y pongamos fin a esta desgracia!” 18Después les conté cómo la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey. De inmediato contestaron: “¡Sí, reconstruyamos la muralla!” Así que comenzaron la buena obra.
III. Conclusión
A. Mateo 9:36-38 (NVI) 36Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 37 “La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros, les dijo a sus discípulos. 38 Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo”.