La cultura del reino
July 8, 2023 / James Moscardini / Vineyard Church North PhoenixLa cultura del reino
La cultura del reino
I. Introducción
A. Juan 7:1-5 (NTV) 1Después Jesús recorrió la región de Galilea. Quería alejarse de Judea, donde los líderes judíos estaban tramando su muerte; 2pero se acercaba el tiempo judío del Festival de las Enramadas, 3y sus hermanos le dijeron: ¡Sal de aquí y vete a Judea, donde tus seguidores puedan ver tus milagros! 4¡No puedes hacerte famoso si te escondes así! Si tienes poder para hacer cosas tan maravillosas, ¡muéstrate al mundo! 5Pues ni siquiera sus hermanos creían en él.
1. Jesús es el de todas estas fiestas del Antiguo Testamento.
B. Juan 7:6-11 (NTV) 6”Este no es el mejor momento para que yo vaya” —respondió Jesús—, “pero ustedes pueden ir cuando quieran. 7El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí me odia, porque yo lo acuso de hacer lo malo. 8Vayan ustedes; no iré al festival, porque todavía no ha llegado mi momento”. 9Después de decir esas cosas, se quedó en Galilea. Jesús enseña abiertamente en el templo.10Pero después de que sus hermanos se fueron al festival, Jesús también fue, aunque en secreto, y se quedó fuera de la vista del público. 11Los líderes judíos lo buscaron durante todo el festival y no dejaron de preguntar a la gente si alguien lo había visto.
1. “Lo de Dios”
C. Juan 7:14-17 (NTV) 14The Entonces, en la mitad del festival, Jesús subió al templo y comenzó a enseñar. 15Los presentes quedaron maravillados al oírlo. Se preguntaban: ¿Cómo es que sabe tanto sin haber estudiado? 16 Así que Jesús les dijo: Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió.
17Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.
D. Juan 7:7, 12, 20 (NTV) 7“El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí me odia, porque yo lo acuso de hacer lo malo. 12Se oían muchas discusiones acerca de él entre la multitud. Unos afirmaban: Es un buen hombre, mientras que otros decían: No es más que un farsante que engaña a la gente; 20¡Estás endemoniado! respondió la multitud. ¿Quién trata de matarte?”
E. Juan 7:17 (NTV) “Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta”.
F. Juan 7:46 (NTV) “¡Jamás hemos oído a nadie hablar como él!” contestaron los guardias
G. Mateo 7:12 (NBLA) “Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley y los profetas”.
1. ¡Jesús es completamente a
2. ¡Cada elección que Jesús hizo fue diseñada para el de los demás y para la de Dios!
H. Juan 7:45-52 (NTV) 45Cuando los guardias del templo regresaron sin haber arrestado a Jesús, los principales sacerdotes y los fariseos les preguntaron: ¿Por qué no lo trajeron? 46¡Jamás hemos oído a nadie hablar como él! contestaron los guardias. 47¿También ustedes se han dejado engañar? Se burlaron los fariseos. 48¿Habrá siquiera uno de nosotros, gobernantes o fariseos, que crea en él? 49Esa multitud tonta que lo sigue es ignorante de la ley, ¡está bajo la maldición de Dios! 50Entonces tomó la palabra Nicodemo, el líder que había ido a ver a Jesús: 51¿Es legal condenar a un hombre antes de darle la oportunidad de defenderse? preguntó. 52¿También tú eres de Galilea? contestaron ellos. Estudia las Escrituras y compruébalo tú mismo: jamás ha salido un profeta de Galilea.
I. Juan 7:37-39 (NTV) 37El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: ¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! 38¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva”. 39(Con la expresión agua viva, se refería al Espíritu, el cual se le daría a todo el que creyera en él; pero el Espíritu aún no había sido dado, porque Jesús todavía no había entrado en su gloria).
J. Juan 7:37b-38 (NTV) 37b“¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! 38¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva.”
1. ¡Podemos a en el lugar donde nuestro corazón se está !
II. Conclusión