¿Qué tan importante es el amor?
April 10, 2021 / Brian T. Anderson / Vineyard Church North PhoenixTodo lo que necesitas es amor
¿Qué tan importante es el amor?
I. Introducción
A. I Corintios 13:1-3 (NTV) 1Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo o del cielo pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. 2 Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. 3 Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.
II. “Tratamientos de descarga” sobre el amor
A. ¡El amor es más importante para Dios que el !
1. I Corintios 14:4a (NTV) La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma en el Señor.
2. ¡La iglesia de Corinto actuó como si el hablar en lenguas fuera la marca real de la !
3. I Corintios 13:1 (NTV) Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo o del cielo [en lenguas] pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena.
B. ¡Dios está más impresionado por los pequeños actos de que por la o la gran !
1. I Corintios 13:2a (NTV) ISi tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, pero no amara a otros, yo no sería nada.
C. ¡Es preferible crecer en amor que demostrar un !
1. I Corintios 13:2b (NTV) Y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada.
2. “¡El es algo peligroso si no está anclado en el !”
3. ¡El amor es una que se puede !
4. Amar a la gente profundamente es algo que podemos !
D. ¡El amor sobrepasa los votos de e incluso trasciende el !
1. I Corintios 13:3 (NTV) Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, [ser un martir por Cristo] podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.
2. ¿Tenemos un más grande?
III. Conclusión